Entre suaves colinas y el río Perquilauquén, en el secano interior del Valle del Maule, La Reserva de Caliboro es un rincón privilegiado donde naturaleza, historia y vino se encuentran. Sus suelos graníticos, preservados por la familia Solar durante generaciones, y el clima mediterráneo favorecen la agricultura de secano, dando vida a vinos con identidad. Con parras centenarias, un ecosistema diverso y construcciones coloniales de más de dos siglos, es un refugio donde el pasado convive con el presente. Practicamos agricultura regenerativa para cuidar esta tierra y asegurar que siga dando frutos por muchos siglos más.